miércoles, 23 de julio de 2008

Evangelio Domingo 29 de Junio de 2008


Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 16, 13-19

En aquel tiempo, al llegar Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos: “¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?”. Ellos dijeron: “Unos dicen que eres Juan Bautista; otros dicen que Elías; otros, que Jeremías o alguno de los profetas”.

Jesús les preguntó: “¿Y ustedes, quien dicen que soy yo?” Simón contestó: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios que vive”. Jesús le respondió: “Feliz eres, Simón, hijo de Jonás porque eso no te lo enseñó la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.

Y ahora, yo te digo: “Tú eres Pedro o sea, Piedra, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Ni el mal ni la muerte la podrán vencer.Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: todo lo que ates en la tierra será atado en el cielo, y lo que desates en la tierra será desatado en los cielos”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO:

El Evangelio está lleno de preguntas que le hacen al Señor; Él se encargaba de responder de la mejor manera posible para que le entendieran, pero en la lectura de hoy es Jesús quien pregunta: -“¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?”

Pedro responde en nombre de los demás. Cuando les preguntó sobre la gente fueron todos los discípulos los que contestaron, ahora es Pedro quien se hace portavoz del grupo y hace una confesión de fe: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios viviente”. Inmediatamente Jesús le llama bienaventurado (feliz) porque había sabido captar perfectamente quién es el Señor.

¿Quién es Jesús para ti?
¿Cómo te imaginabas a Dios cuando eras pequeño/a?
Pedro es bienaventurado porque tenía fe. La fe sólo la da Dios. Interviene la educación y la formación que hemos recibido, pero la fe la da sólo Dios. Y es muy importante vivir desde la fe en Cristo ya que el estado espiritual de una persona depende de sus convicciones con respecto a Jesús.

A continuación comienza la constitución de la Iglesia, que es puesta en manos de Pedro. El Señor es el que edifica, es el arquitecto, sus discípulos edificarán sobre las bases que Él ha construido. Él edifica sobre la confesión de fe de que ha hecho Pedro, es como decir “sobre lo que has dicho se sostendrá la Iglesia”.

Cristo asegura la inmortalidad de la Iglesia. Le da a Pedro poderes de atar y desatar, esto significa:

Atar= declarar algo prohibido.
Desatar= declarar algo permitido.
Y así a lo largo de la Historia la Iglesia ha ido fundándose una y otra vez en la frase de Pedro y en la promesa de Jesús.

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